Cuando uno organiza un viaje, suele empezar por lo mas turístico y tradicional. Así, por ejemplo, cuando uno planifica visitar Italia, en seguida piensa: Roma, Venecia, Florencia. Esto es muy lógico, dado que son sitios mundialmente conocidos por su historia, su gastronomía, su arquitectura o por otras razones incalculables. Pero también es lógico debido a que, por lo general, planificamos viajes por un tiempo determinado: 15 días 20 días, un mes..... Y en ese tiempo, a veces acotado, tenemos que seleccionar, y siempre nos inclinamos por lo más conocido. Y también es cierto que muchas veces, por distintas razones, realizamos ese viaje por una única vez en la vida (aunque nunca hay que pensar así, creeme!), y entonces intentamos recorrer los sitios más tradicionales.
Sin embargo, muchas veces pasa que, yendo de un lugar al otro, descubrimos lugares poco promocionados pero que terminan sorprendiéndonos de tal manera que luego lamentamos no haberlos incluido premeditadamente en nuestro itinerario. Y entonces, al recorrerlos rápido, porque sólo hicimos allí una parada de descanso, nos maravillamos tanto que lo anotamos en la lista para la próxima vez.
Esto es exactamente lo que me pasó con Asís.
Assisi como lo llaman por ahí, es un encantador pueblo medieval ubicado en la provincia de Perugia, en la región de Umbría, centro de Italia. En mi caso, la parada técnica en este maravilloso lugar fue en el camino desde Florencia a Roma. No esperaba mucho de este lugar que, sin embargo, terminó enamorándome.
Mi tradición cristiana hizo que relacionara inmediatamente este lugar con San Francisco y Santa Clara. San Francisco fue un religioso famoso no sólo por haber fundado la orden de los franciscanos sino también porque, siendo de familia adinerada, resolvió vivir en la más extrema austeridad. Esto no sin generar la oposición de sus pares....o al menos de alguno de ellos. Sufrió mucho. Tenía tuberculosis entre otros males, pero también llagas en su cuerpo que sangraban mucho y a las que sólo aplicaban cauterización con hierros calientes. En fin, terminó siendo canonizado por el Papa Gregorio IX en 1228, dos años después de su muerte el 3 de octubre de 1226. Hoy por hoy, Asis es un centro místico y religioso muy importante para los italianos, ya que San Francisco es uno de sus principales patronos y tanto él como su seguidora Santa Clara nacieron y murieron allí.
El pueblo está situado sobre una colina. Caminar por sus serpenteantes calles es un verdadero viaje en el tiempo: todo es de piedra, desde las paredes hasta las calles mismas, con subidas y bajadas, un acceso a la ciudad también de piedra y con una puerta gigante, te hacen sentir que estás en el siglo X. Yo llegué a Asis temprano en la mañana. Encontré en una de sus callecitas un hermoso local que vendía unas delicias de pistachos, Nutella y de otros sabores para el desayuno, que terminaron de cautivarme.
La Basílica de San Francisco está ubicada en uno de los puntos más altos del lugar junto a las murallas de la ciudad. Su construcción comenzó el año en el que fue canonizado San Francisco, es decir 1228 y fue declarada Patrimonio de la Humanidad en el año 2000. La misma cuenta con dos niveles, llamados Basílica mayor y menor o basilica inferiore e superiore. Las mismas poseen frescos nada mas y nada menos que de Giotto, que representan escenas de la vida del Santo. La lástima es que no se los puede fotografiar. En la cripta se encuentra un sarcófago con los restos del Santo. Es un espacio muy místico y de recogimiento. Imperdible.
También puedes visitar en Asis:
- la Iglesia de Santa Clara, construcción gótica rosa y blanca
- la Plaza de la Abadía, ubicada en en centro de la ciudad, y rodeada por edificios públicos importantes
- la Rocca Maggiore, que es una fortaleza medieval
- otras iglesias como el Duomo y la Iglesia de San Pedro
Puedes visitar Asis muy fácilmente desde Florencia. Puedes contratar un tour guiado. Pero también puedes acceder en tren, el que tardará alrededor de dos horas y media en viaje directo desde Florencia y por un valor de 16 euros. aproximadamente. Y, por supuesto, siempre está la opción del alquiler de autos, tomando la A1 y E35 a lo largo de 173 km. Si estas en Roma, la SS3 te conecta con Asis. Son 174 km de distancia.
Asis es encantador. Paseando por sus callejuelas, ingresé a un local en el que vendían unas pashminas increíbles. Cuando entré al pequeño local, sentí haber entrado a una taberna del siglo X. No pude menos que decirle al vendedor en un italiano mal hablado:"Piú bello Assisi e?" , a lo que me respondió:"Si, è molto bello", mostrando un verdadero orgullo por su pueblo.