martes, 10 de septiembre de 2019

BRATISLAVA


Uno de los lugares de paso si estás por las Ciudades Imperiales de Europa del Este es Bratislava, la capital de Eslovaquia.  Resulta que Eslovaquia es un país muy nuevo. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, Checoslovaquia cae bajo la influencia de la Unión Soviética y el Pacto de Varsovia. Más tarde,  en 1989, los checos  realizarían una pacífica revolución conocida como la Revolución de Terciopelo, que pondría fin al dominio comunista en su país.  Pero también pondría fin a la unidad interna del territorio, ya que éste se dividió en República Checa y Eslovaquia en 1993.  Como capital del flamante país fue elegida Bratislava.   
Bratislava se encuentra a 328 km de Praga , a 200 km de Budapest y a sólo  60 km de Viena.
Esta deliciosa ciudad es muy pequeña. Basta y sobra  un día para recorrerla.
Yo llegué a ella desde Praga vía Brno, una importante ciudad de la República Checa.  En Europa del Este (al menos en algunos países) al entrar a un país hay que solicitar  un aparato que almacena el monto de los peajes que se atraviesan durante el recorrido por el territorio y se pagan luego al salir del país. Es un detalle muy importante a tener en cuenta si viajas en auto, ya que hay colas considerables a la hora de solicitar el aparato y se demora un poco.  Si viajas en tour, será el chofer del autobús el que haga el trámite. 
UFO
Una vez llegados a Bratislava, lo primero que aparece ante nuestros ojos es el UFO.  Te estarás preguntando ¿qué es el UFO? Bueno. es un restaurante con forma de platillo volador que está en lo alto a la entrada de la ciudad. Dicen que hay espectaculares vistas de la ciudad desde allí.  Yo no fui dado que me dijeron que es bastante caro. Así que solamente lo vi desde abajo. 
Castillo
Luego, lo siguiente que aparece ante nuestros ojos es el Castillo.  El mismo, es un edificio de estilo barroco que fue construido en el siglo X y que tuvo el honor de ser el lugar donde se coronaban a los reyes del Imperio Austriaco.  Por ejemplo, María Teresa, mamá de la María Antonieta esposa del rey francés Luis y guillotinada en la Revolución Francesa, fue coronada allí.  De hecho, en el interior del Castillo se encuentran las joyas de la Corona. El problema es que el Castillo se incendió y debió ser reconstruido.  Hoy en día, es el Museo Nacional.
Estatua de Hans Cristian Andersen
Para entrar al corazón de Bratislava, hay que atravesar una larga y arbolada calle llamada Staromenstska.  Apenas andando la calle, hay una estatua de Hans Cristian Andersen, el famoso escritor de cuentos infantiles, como El Patito Feo, La Sirenita, El traje nuevo del Emperador, Pulgarcita, etc, etc, etc. Este homenaje al famoso escritor se debe a que Andersen estuvo en Bratislava, y le gustó tanto  la ciudad que  dijo de ella  que era una ciudad de cuentos. En esta escultura se lo puede ver representado junto a los personajes de sus historias. A ambos lados de la calle encontrarás lugares para comer, tomar helado o lo que quieras.  También hay bancos en los que podes descansar bajo los árboles.  Al llegar al final de la calle, encontrarás una hermosa fuente de agua y un hermoso edificio. Es el Palacio Grassalkovich, actual sede presidencial.  También hay otro bello edificio en el que funciona el Casino.

















A partir de allí, la ciudad se convierte en un laberinto de calles que se entrecruzan entre si, por lo que déjate guiar por tus instintos o por un plano para recorrer todos los lugares interesantes.  Es una ciudad muy pequeña, por lo que no te perderás nada. 

Plaza Principal
Puerta de San Miguel
Uno de los lugares a recorrer es la Plaza Principal de la ciudad. En torno a ella encontrarás  los edificios tradicionales como el Ayuntamiento, y la Iglesia de la Anunciación, y algunas embajadas como la de Grecia. También podrás ver la antigua puerta de entrada a la ciudad, la Puerta  de San Miguel
Estatua del hombre trabajador
Estatua de Schöner Náci










Lo más característico de esta ciudad son las esculturas.  Ya hablé de la de Hans Cristian Andersen.  Pero también se pueden encontrar otras como la del Hombre Trabajador, la del Soldado de Napoleón (yo no pude verla ya que estaba en reparación justo el día de mi visita a la ciudad) y la de  Schöner Náci, quien fuera un emblemático personaje de la ciudad. Parece que era muy pobre y, como nieto de un payaso, se ganaba unas monedas paseando por las calles de la ciudad con un sombrero de copa y saludando amablemente a las personas quienes le daban algo de comer a cambio.
Por todas partes encontrarás pequeños locales y kioscos donde podrás comprar algo de comer, beber o algún recuerdo para llevar de regreso a tu hogar.  Bratislava es una ciudad muy barata, sobre todo si la comparamos con las capitales de los países vecinos.  
Si te queda tiempo y tienes ganas de caminar, hay un monumento en honor a los soldados del ejército soviético que murieron durante la Segunda Guerra Mundial.  Se llama Slavin y está bastante alejado del centro de la ciudad.
Te dejo la imagen del plano que llevé en mi viaje por si te resulta útil.


Bratislava es una encantadora ciudad que merece la pena una visita de paso, al menos, entre las Ciudades Imperiales, sobre todo desde Viena, de la que está muy cerca.  No dejes de conocerla si estás de viaje por la región !!