Muchas veces dije que Tandil es uno de mis lugares en el mundo. Ubicado en el centro de la provincia de Buenos Aires, Tandil lo tiene todo: cultura, paisajes, gastronomía, vida nocturna.....En un posteo anterior describí todos los increíbles lugares que se pueden visitar en Tandil. Pero hoy voy a profundizar en uno de esos lugares, que es uno de los más emblemáticos de la ciudad. Me refiero al Monte Calvario.
El Monte Calvario de Tandil es el tercero en importancia a nivel mundial en su tipo y el más grande de Latinoamérica. Por esta razón, cada Viernes Santo miles de personas se acercan al lugar para realizar el Vía Crucis. En tiempos pre pandémicos, había que reservar hotel en Tandil para Semana Santa con, al menos, seis meses de anticipación !!!! Es un lugar en el que arte y religiosidad se conjugan, enmarcados en un inmenso, fresco y reconfortante bosque de olivos, eucaliptos y pinos.
Todo empezó allá por 1940, cuando Monseñor Fortunato Devoto notó que el cerro que se encontraba al final de la Avenida Noroeste (hoy Avenida España) tenía un increíble parecido con el Monte Gólgota de Judea. Ese cerro se encontraba en tierras que pertenecían nada mas ni nada menos que al primo del Monseñor Devoto, el señor Pedro Redolatti. Monseñor Devoto consiguió que su primo donara ese predio, y entonces le encomendó a la Sociedad San José, que concretara la realización en ese lugar de un Vía Crucis. La Presidenta de la Sociedad San José, la señora Elisa Alvear de Bosch, le pidió al Ingeniero Alejandro Bustillo que diseñara y dirigiera la obra, quien no solamente accedió, sino que lo hizo gratuitamente. Alejandro Bustillo es recordado también por haber diseñado el imponente hotel Llao Llao en San Carlos de Bariloche. Su hermano, Ezequiel Bustillo, era el Presidente de la Comisión de Parques Nacionales, por lo que donó la madera para hacer la enorme cruz que coronaría el cerro por mucho tiempo. Hoy esa cruz ya no está; debió ser reemplazada por una cruz de cemento debido a que la cruz original de madera se deterioró a raíz de las inclemencias del tiempo. A su vez, la Municipalidad de Tandil cedió terreno para prolongar la Avenida España, y la familia Nocetti Campos donó , por su parte, el cerro vecino. A esto se le sumaron las copiosas donaciones de dinero enviadas por la Nación, la provincia de Buenos Aires y algunas empresas y personas, gracias a lo que fue posible la concreción del proyecto. La cruz de madera y los conjuntos escultóricos de la Piedad y el Descendimiento, formaron el primer Vía Crucis de Tandil, al que se accedía por una escalinata de 96 escalones, que aún existe. Posteriormente, se agregaron al Vía Crucis otros conjuntos escultóricos hechos en piedra, haciendo un total de 17, todos elaborados por grandes artistas argentinos: José Fioravanti, Carlos de la Cárcova, Horacio Cerantonio, Santiago Berna, Pedro Tenti, Roberto Capurro, César Sforza, Ernesto Soto Avendaño y Ricardo Musso. Estas esculturas reproducen el camino seguido por Jesús hacia su crucifixión. Se resolvió ubicar estas esculturas en el faldeo del cerro, por lo que realizar el camino de la Cruz se convirtió en una agradable caminata zigzagueante entre pinos y eucaliptos majestuosos. La gran cruz que hoy corona esta obra mide 22 metros y se puede ver desde varios lugares de la ciudad. El Cristo de esa cruz es de mármol francés.
El Vía Crucis del Monte Calvario de Tandil fue inaugurado el 10 de enero de 1943, con la bendición de Monseñor de Andrea. Ese día se encontraron presentes el Presidente de la Nación ,el Dr Ramón Castillo, y el Intendente, Dr William Leeson. Durante la inauguración se leyó por altoparlantes una bendición enviada por radiograma del entonces Papa Pio XII. Se calcula que unas 40 mil personas presenciaron la inauguración del que hoy es uno de los símbolos más representativos de la ciudad de Tandil.
Años más tarde, el 12 de enero de 1947, se inauguró al costado del cerro la Capilla Santa Gemma, pequeña y acogedora, en devoción a Santa Gemma Galgani, siendo el primer santuario erigido en América en honor a esa Santa. También, en 1962, se construyó una réplica de la gruta de Lourdes, completándose así el sitio religioso.
Mas allá de ser un sitio altamente místico, visitar el Monte Calvario es una experiencia enriquecedora aún para quienes profesan otra religión o no profesan ninguna. Es un espacio de gran riqueza cultural y artística, desde donde se pueden además apreciar encantadoras vistas de la ciudad y del entorno serrano. El increíble bosque siempre verde nos invita a respirar profundo y a llenar nuestros pulmones de aire puro y a alejar nuestras mentes de la rutina cotidiana. Imposible ir a Tandil y no visitar el Monte Calvario !!
Te sugiero que no vayas al mediodía, ya que es el horario más concurrido del día. Quizás te convenga visitarlo más temprano en la mañana y cuando empieza a caer la tarde, lo que te dará el plus de disfrutar los colores del crepúsculo desde allí. Lleva calzado cómodo, ya que hay que caminar bastante, en subidas y bajadas, y al final, hay que descender los 96 escalones hacia la Avenida, También es conveniente llevar una botella con agua, sobre todo si lo visitas en verano. En los alrededores del lugar hay puestos en los que podrás comprar tanto objetos relacionados con el Monte Calvario como también todo tipo de artículos regionales.
Así, cuando realices tu visita a Tandil, te sugiero que le dediques un rato a recorrer este lugar . No importa en qué época del año vayas. No es necesario que sea Semana Santa: el Monte Calvario te espera siempre !!!!!