Cuando organizamos nuestros viajes pensamos en el destino, cómo llegar a él, cuánto gastaremos, cuántos días deberíamos estar....Y eso es normal, pero....¿solemos armar nuestros viajes en función del clima? Casi diríamos que no. Solemos armar nuestras vacaciones con la idea inconsciente de que va a estar soleado y apto para realizar todas nuestras actividades deseadas, pero pueden pasar cosas ! Puede llover copiosamente, pueden haber vientos huracanados, inundaciones, terremotos... Es claro que mucho que digamos no podemos hacer para evitarlo. Sin embargo, considero que, cuando armamos nuestras vacaciones, es importante considerar de antemano las circunstancias que sí son un poco mas predecibles. Por ejemplo:
- tanto en la región del Caribe como en el Pacífico, de julio a noviembre es época de huracanes, con picos en agosto y septiembre. Por lo que deberíamos evitar viajar a esa región del mundo durante esos meses.
- las inundaciones son más frecuentes durante el otoño (48 %) o las épocas de lluvias, aunque puede haber inundaciones durante todo el año. De agosto a diciembre son los meses con mayores inundaciones en Venecia, por ejemplo, aunque puede haber otras inundaciones menores en otros momentos del año. Por lo que, si vamos a ese bellísimo lugar, podremos tener complicaciones durante esos meses.
- el desierto de arena es terriblemente caluroso, pudiendo llegar a hacer mas de 50 grados centígrados durante el día, aunque, claro, de noche las temperaturas pueden descender estrepitosamente. Por lo tanto, si piensas viajar a lugares como Egipto, no te conviene hacerlo durante julio, por ejemplo, sino que es preferible ir entre noviembre y febrero.
- En cuanto a las lluvias, en las regiones tropicales del hemisferio sur éstas ocurren de octubre a marzo, mientras que en el hemisferio norte de abril a septiembre. Por lo que si deseas disfrutar de las playas, por ejemplo, deberías tenerlo en cuenta.
- si durante el verano vamos al mar, puede pasar que nos toquen días lluviosos. Esto es malo pues, no sólo no podremos disfrutar del mar, sino que tendremos que hacer algo divertido en su reemplazo, lo que, seguramente, implique gastar un dinero extra. Por ello es que deberíamos llevar ese dinero y guardarlo sólo para usarlo en caso de mal tiempo. O bien, deberíamos organizar otras actividades como llevar juegos de mesa, o llevar películas descargadas en la computadora ( por si acaso no hay señal de internet), por ejemplo.
- Si las vacaciones son en otro país, podríamos destinar esos días de lluvia para visitar los museos u otros sitios techados que tenemos previsto conocer.
- Siempre podemos encontrar alguna galería o algún shopping para visitar y recorrer. Dedicate a visitarlos en los días en que el tiempo está feo.
- siempre debemos llevar en nuestro equipaje ropa para el caso de lluvia o de un cambio de temperatura extremo, es decir, paraguas, calzado antideslizante e impermeable, ropa liviana por si viene un calor inesperado o ropa abrigada por si refresca de golpe.
- No es mala idea aprovechar el tiempo de lluvia para dormir un rato mas...sobre todo si venimos arrastrando el cansancio del año.
- un buen libro, crucigramas, juegos de mente...todo es válido para esos días en que el clima nos juega una mala pasada.
Viajar siempre es hermoso y nos ayuda a vivir. Nunca volvemos de un viaje siendo los mismos que cuando nos fuimos. Viajar te hace crecer. No desaproveches la oportunidad de viajar por miedo a lo que pueda pasar. Disfruta del momento y viaja siempre !
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