viernes, 31 de mayo de 2024

BONN, la bella poco conocida

   

      Muchas veces digo que los lugares más lindos son los menos turísticos y visitados. En efecto, muchas veces hay lugares a los que llegas por casualidad, pero que terminan sorprendiéndote más que los lugares reconocidos y visitados por todos. Me pasó muchas veces !! Y en Alemania me pasó todo el tiempo. 

    Sin querer y sin muchas expectativas, llegué una tarde a Bonn, ciudad perteneciente al estado federado de Renania del Norte. Cómo no saber de qué se trata esta ciudad ! Durante la época de la Alemania dividida, Bonn fue elegida capital de la parte occidental del país. Pero más allá de este dato.... no sabía mucho mas.  Luego, estando en el lugar , me enteré de algunas otras cosas . Por ejemplo, supe que en épocas anteriores a ser seleccionada capital, Bonn era una ciudad reconocida por su Universidad en el oeste alemán. Y que cuando el país fue dividido, los alemanes nunca dejaron de esperar por la reunificación. En ese entonces, Konrad Adenauer fue elegido como primer canciller. Este político había nacido y se había educado en Bonn, por lo que la eligió como capital. Pero no fue ese el único motivo; también fue elegida  porque, según su punto de vista, si se elegía como capital a Colonia o a Fráncfort, en la reunificación estas ciudades ya consolidadas podrían competir con Berlín..... y la idea era que Berlín fuera la capital indiscutida de Alemania cuando el momento de la unión llegara. De ahí que esta ciudad elegante pero pequeña fuese elevada a la categoría de capital.  Otra cosa importante que pasó en Bonn es que es la ciudad en la que nació nada menos que Ludwig van Beethoven.

    Apenas llegué a Bonn, me recibió el magnífico Hofgarten. Se trata de un inmenso espacio verde, surcado por senderos flanqueados por altos árboles. Mucha gente paseaba y caminaba por este lugar, solos o con sus mascotas, con paso lento. Es un espacio increíblemente bello, que invita a caminar y despejar la mente. Frente al mismo se encuentra el inmenso y amarillo edificio de la Universidad.

    Dejando atrás este magnífico parque, recorrí sin prisa algunas de las calles comerciales de la ciudad. Llegué así a la Bonner Marktplatz, en la que se encuentra el Rathaus (Ayuntamiento) de Bonn . El ayuntamiento es un magnífico edificio rococó de tres pisos, bellamente decorado y conservado. En las doradas escalinatas de la entrada ocurrieron muchos acontecimientos de la historia alemana, y muchos personajes importantes  estuvieron en ese lugar, como John Kennedy, Nelson Mandela, Mijail Gorbachov y Charles de Gaulle. Frente al Ayuntamiento hay un obelisco erigido en el siglo XVII en honor al Elector Maximiliano Friedrich. Este obelisco está decorado con guirnaldas y máscaras doradas. Allí había puestos de comida callejera, pero también es el lugar en el que se lleva a cabo el Mercadillo Navideño. 


Rathaus


                   


    Siguiendo el recorrido por las calles peatonales y comerciales de Bonn, llegué a la Remigius Platz, en la que hay una extraña escultura llamada "Mean Average". Su autor es Anthony Cragg y parece ser que su interpretación depende de lo que ve cada observador. 


Remigius Platz

    Continuando por la Remigiusstrasse, llegué a la Munsterplatz, centro neurálgico de la ciudad. En torno a esta plaza se encuentran la Catedral de San Martin, con sus punteagudas torres, y el bonito edificio amarillo del correo, frente al cual se alza la escultura de Beethoven. Y como no podía ser de otra manera...me dirigí luego al lugar en el que se halla la casa natal del célebre músico y compositor.

Edificio de correos y escultura de Beethoven


Catedral de San Martin




Casa natal de Beethoven

   Bonn sin dudas fue una sorpresa muy agradable para mi. Nunca esperé encontrarme con una localidad tan comercial, moderna e histórica a la vez. Amplia, verde, elegante, recorrerla es un placer inigualable. No se trata de un sitio lleno de turistas, pues, al dejar de ser capital, dejó de estar en el centro de la escena política. Sin embargo, es un lugar muy recomendable, ya que conserva el glamour de otras épocas. Además, tiene comercios muy variados  y convenientes,

    Sin dudas, Bonn es un excelente sitio para hacer una escala en tu viaje por Alemania, y así disfrutar de una ciudad increíble.

        

   























jueves, 2 de mayo de 2024

DACHAU. Donde empezó el horror


    


    En Dachau, a 13 km de Múnich, se encuentra uno de los lugares más tristes y terroríficos de Alemania. Es un lugar que fue testigo y escenario de acontecimientos inhumanos que nunca debieron haber ocurrido, pero que ocurrieron. Hoy, es un recuerdo estremecedor pero necesario, ya que ese recuerdo nos pone de cara a situaciones terribles, y nos hace tomar conciencia y afirmar que nunca mas deberán ocurrir. Este lugar es el Campo de concentración de Dachau, el primero de los campos de concentración que funcionó en Alemania. Empezaré mi relato explicando que un campo de concentración  no es lo mismo que un campo de exterminio. El primero es un lugar de detención y trabajo, mientras que el segundo es, literalmente, una fábrica de muerte. Sin embargo, esto no significa que en el campo de concentración de Dachau no haya habido muertes ! Se calcula que entre su creación en 1933 y su liberación en 1945, pasaron por este lugar mas  de 200.000 prisioneros provenientes de diversos  países de Europa, y alrededor de 45.000 murieron allí, es decir, aproximadamente 1 prisionero de cada 5. Muchos fueron asesinados, pero otros también murieron por las malas condiciones de vida. A esto se suma que, a principios de 1945, se desató una epidemia de tifus, por lo que hubo que evacuar el lugar, situación en la que también muchos prisioneros fallecieron.

    Este campo fue construido en el lugar en el que otrora había funcionado una fábrica de pólvora. En marzo de 1933 llegaron los primeros prisioneros, quienes, al igual que los que llegaron mas tarde, fueron tratados de manera cruel e inhumana, física y psicológicamente. Basta ver que en un predio de 4000 metros cuadrados, sólo una pequeña parte era utilizada para albergar a los prisioneros, quienes dormían hacinados en un frio pabellón con literas precarias. El mentor de este campo fue Theodor Eicke, y al ser el primer campo, sirvió de modelo para los que siguieron. Los detenidos eran uniformados, rapados y maltratados, y fueron los encargados de trabajar para poner en valor el lugar.

     Apenas se llega al sitio, hay que caminar un poco entre bosques para llegar a la puerta de acceso al campo. La misma es una réplica, ya que la original fue robada en 2014, aunque dos años mas tarde se la recuperó y hoy es exhibida en el interior del museo. Es un chiste de mal gusto la inscripción que posee esta puerta: Arbeit macht frei (el trabajo os hará libres). 


                                                 


    Una vez ingresando, hacia la derecha de la entrada, empieza la exhibición. Hay  imágenes y objetos que muestran clara y contundentemente el terror que se vivió dentro de esos muros. Ropa, carretillas, elementos de tortura, todo catalogado y explicado de manera clara como para recrear la vida de los prisioneros durante su estadía en el campo.

  


   


                               


                                      

 En el patio central, un monumento conmemorativo da escalofríos. Un manojo de cuerpos cadavéricos entrelazados nos lleva a imaginar y reflexionar sobre el sufrimiento y la muerte por los que debieron atravesar los prisioneros. 

                              

En la parte principal de la exhibición se puede ingresar al lugar en el que los prisioneros comían, se bañaban y dormían. Hacia el final del predio se puede llegar a un espacio en el que se había empezado a construir la cámara de gas, pero que finalmente  nunca fue utilizada.

   

               


              

    

    Este predio se convirtió en un Museo Conmemorativo gracias a la iniciativa  de los sobrevivientes y  familiares de fallecidos en el campo, y abrió sus puertas en 1965.

    Ustedes se estarán preguntando....¿y por qué debería visitar un lugar tan triste y trágico? Pues porque sólo así podremos tomar conciencia y reflexionar  sobre lo innecesario, cruel y absurdo de este tipo de políticas de aniquilación.  Sólo así podremos entender al menos un poquito lo que fue el verdadero horror, y afirmar la necesidad de que no se repita. Los alemanes tienen una consigna: NO OLVIDAR. Es por eso que en todos partes del país en los que se vivió el horror, hay recordatorios. Eliminar e ignorar estos espacios sería como poner la basura bajo la alfombra o como intentar tapar el sol con un dedo. La verdad, por mas dura que sea, no debe ser escondida o destruida, sino que debe ser un pilar de aprendizaje, enseñanza y reflexión. Visitar este lugar es muy crudo, mucho mas que mirar películas sobre el tema o imágenes en un libro. Visitar este lugar te estremece de verdad !!! La visita, al menos cuando yo fui, costaba 4 euros y la duración del recorrido es de dos horas y media. Vale la pena ponerse, por un ratito nada mas, en los zapatos de los prisioneros de Dachau. Este Museo es historia viva. Te invito a recorrerlo.




















 

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martes, 2 de abril de 2024

NAVEGANDO POR EL RÍO RIN

     El río Rin ha sido siempre, históricamente, una gran vía de comunicación y comercial no sólo de Alemania sino de Europa.  Y lo sigue siendo actualmente !  Recorrer sus aguas es un paseo imperdible si estas por Alemania. Te invito a que lo recorramos juntos ! Te regalo para ello un video y unas imágenes.


https://youtu.be/zETwrNEjXeU










































































































domingo, 31 de marzo de 2024

DRESDE

   


     A tan solo 192 kilómetros al sur de Berlín se encuentra una joya de la arquitectura y la cultura de Alemania. Un lugar increíblemente bello, al que las malas intensiones y los odios de la Guerra no pudieron quitarle su brillo y esplendor. Me refiero a Dresde.

    Dresde, conocida como la Florencia del Elba, es la capital del Estado de Sajonia, y se encuentra recostada sobre las orillas del río del mismo nombre. Esta ciudad experimentó un momento de esplendor mientras fue gobernada por  la monarquía Wettin hacia el año 1547, en que Dresde y el Estado de Sajonia se convirtieron en la región más importante del Sacro Imperio. De ahí en adelante, la ciudad fue pasando por momentos de estancamiento, sucesivas invasiones, resurgimientos culturales....Pero el golpe de gracia lo recibió hacia el final de la Segunda Guerra Mundial. Bajo el nombre de Operación Trueno, en febrero de 1945, poco antes de la rendición alemana, la ciudad fue devastada por un feroz ataque de la Royal Air Force, con la ayuda de la fuerza aérea estadounidense. Fueron 300 bombardeos !!!, en los que llovieron 1800 toneladas de explosivos sobre la ciudad. El ataque se materializó en dos pasadas consecutivas de 20 minutos cada una. Su centro histórico y cultural fue convertido en escombros, al igual que las viviendas de los civiles,  y hay discrepancia sobre el número de muertos, pero todas las cifras los ubican entre los 20 mil y 35 mil. Este bombardeo fue uno de los acontecimientos mas controvertidos de la Segunda Guerra Mundial, y se lo caracterizó como una "tormenta de fuego" y la "vergüenza de los aliados" , ya que  fue catalogado como un hecho "innecesario y cruel". Hasta el mismísimo Churchill, Primer Ministro británico, expresó: "Me parece que ha llegado el momento en que debería revisarse la cuestión del bombardeo de ciudades alemanas simplemente por aumentar el terror, aunque bajo otros pretextos. La destrucción de Dresde es un serio interrogante contra la conducta de los aliados". Si él lo dijo.....Pero.....cuáles serían esos pretextos?  Bien, cuando Hitler llegó al poder, Dresde, cuna y semillero de grandes artistas y arquitectos, se convirtió rápidamente al nazismo y en cabecera ferroviaria de los trenes que conducían prisioneros a los campos de concentración y a las tropas alemanas hacia sus respectivos destinos. Además, era una zona industrial que abastecía de armas al ejército alemán. Pese a esto último,  Dresde era conocida como centro cultural y turístico, por lo que se cuestionó duramente el ataque a la ciudad. Según un informe de los propios estadounidenses, se destruyó el 23% de las industrias pero al menos un 50% de las viviendas. Aún así, tanto británicos como americanos defendieron el ataque, por ser la ciudad un punto militar estratégico.  Lo cierto  es que, tras la guerra, se inició un proceso de reconstrucción que llegó hasta los años 90. Durante los primeros tiempos, la ciudad quedó bajo la órbita soviética, por lo que muchos de los edificios que se ven en la ciudad responden al estilo soviético: edificios de hormigón de líneas simples. Hacia 1952 la ciudad fue devuelta a Alemania. Su centro histórico fue reconstruido conservando el estilo original de la antigua  y bella ciudad, lo que la convierte en un lugar indispensable para visitar si estás por Alemania.

    El recorrido podría iniciarse en la Theaterplatz: Allí  se encuentra la escultura ecuestre de bronce del rey sajón Johann. A sus espaldas, podemos ver la Semperoper, ópera estatal de Dresde, edificio considerado como uno de los teatros mas impactantes y bellos del mundo. Fue diseñado por el arquitecto Gottfried Semper, de ahí su nombre.

Ópera estatal de Dresde

Estatua del rey Johann

Frente a este monumento se puede observar la Hofkirche o catedral de la Santísima Trinidad, restaurada en su totalidad, al igual que el resto de los edificios.



Siempre sobre la misma plaza se puede apreciar el Palacio Zwinger, inspirado en Versalles.


    Por último, desde la Theaterplatz se puede apreciar también el Palacio de Dresde.

    Tras ello, recomiendo tomar la Augustusstrasse, en la que se puede admirar el espectacular mural  llamado Procesión de los Príncipes, que representa a los gobernantes de Sajonia a través del tiempo.



    Continuando por esa calle llegamos a la Frauekirche o Iglesia de Nuestra Señora. Es el símbolo del luteranismo en el lugar. Es más, delante de la misma se encuentra una estatua de Lutero, la que había sido reemplazada por una de Stalin en tiempos de la ocupación soviética, pero que luego recuperó su lugar. No dejes de caminar por esas callecitas llenas de negocios y bellezas arquitectónicas.












    Imperdibles también las vistas del río Elba que se obtienen desde el puente Augustusbrücke. 





    Alemania me recuerda al Ave Fénix: por donde vas, hay historia de destrucción, odio y terror, pero también  de reconstrucción y resiliencia. Es el caso puntual de Dresde, ciudad con una historia increíble: pasó de ser una joya a ser una montaña de escombros y cenizas de la noche a la mañana. Pero su pueblo se supo levantar de esas cenizas para devolverle su esplendor y brillo inigualables. No dejes de recorrer Dresde con paso lento y observando cada uno de sus detalles. Que la disfrutes !!!!












                  








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