
Visité esta magnífica isla como parte de una excursión a Pompeya. La misma se inició en Roma. Un chárter me retiró del hotel bien temprano en la mañana y nos dirigimos hacia Pompeya donde, luego de un suculento desayuno, visitamos el sitio histórico. Luego de esa visita sin desperdicio, nos trasladaron al puerto de Nápoles. En el camino la guía nos explicó cómo el nombre de esa ciudad es de origen griego (Nea Polis) y cuál era su gran importancia histórica como puerto.
Allí, tomamos una embarcación que nos llevó, en el término de aproximadamente una hora, hasta la isla. Desde el barco era muy pintoresca la vista del puerto de Nápoles.
Una vez en la isla y apenas se sale del puerto Marina Grande, ya empieza el recorrido por esta fascinante isla del mar Tirreno. Se puede ascender a la parte mas alta de la isla en fonicular, pero no hay nada mas intenso y fascinante que recorrer a pie esas callecitas angostas y empedradas, todas peatonales, rodeadas de bares, restaurantes y negocios.
La Isla de Capri es famosa, además de por su enorme belleza, por sus artesanías en coral y sus variadísimos productos de limón. Frente al puerto hay un local que vende caramelos duros y blandos, lemoncello, jabones y muchos más artículos elaborados a base del limón de Capri
Almorzar en alguna de las terrazas frente al mar es un placer imperdible. Rabas, pescados, carnes, pastas.....lo que te plazca.
El sendero conocido como Tragara es muy bello porque conduce a una serie de miradores desde donde se obtienen vistas famosas de los acantilados y peñascos.
La parte mas alta de la isla se llama Anacapri. El centro neurálgico de la isla es la popular Piazzeta, en la que se encuentra la iglesia de San Stefano.
Además de tiendas, restaurantes y bares, Capri también atesora lugares de valor histórico. Varios emperadores romanos, como Tiberio, Julio Cesar y Octavio , construyeron en Capri sus residencias..
En la parte mas alta de la isla podremos observar la de Santa Sofía y la iglesia medieval de San Michele. Ahí el escritor Axel Munthe construyó la villa del mismo nombre, la que hoy en día está abierta al público y en ella se puede pasear por los bellos jardines.
Si te gusta y enes tiempo, puedes tomar una de las embarcaciones que te llevan a visitar la famosa Gruta Azul.
Es muy importante tomarse el tiempo necesario y bajar a horario para tomar el barco de regreso. Demorarse y perder el barco implicaría quedarse a pernoctar en uno de los lujosos hoteles de la isla.
Vale la pena visitar esta hermosa joya del mar Tirreno, y disfrutarla despacio y sin perderse un solo detalle.
2 comentarios:
Muy buena la información
Gracias!!cualquier duda podes preguntarme!!!!
Publicar un comentario